En el día siguiente a la apertura de la Cuaresma, jueves (19/02/15) siendo las 13 horas y 48 minutos la “Radio CBN” difundió durante 13’ 06” la entrevista sobre semillas de soja genéticamente modificadas (transgénicas) para producir una proteína eficaz en el combate al SIDA – AIDS. (Leia: "Semente de soja geneticamente modificadas pode ter proteína eficaz no combate à Aids").
Un científico de EMBRAPA fue uno de los autores del artigo.
Un científico de EMBRAPA fue uno de los autores del artigo.
La investigación fue financiada por el Instituto Nacional de Salud de los EEUU y la Universidad de Londres. El investigador entrevistado explica que la molécula fármaco-inmunológica fue aislada desde un alga e inserida en la soja. Eso viabiliza el uso del grano para producir la proteína medicamentosa en larga escala. El científico dice aún que además del tratamiento contra el virus HIV, la substancia puede también ser usada para los más diversos fines, tanto farmacéutico como industrial.
Hace casi treinta años (1987) empezamos a cuestionar los riesgos mercantiles de la biología molecular y nos actualizábamos por medio de la información científica “Gene Exchange”. Allí tomamos conocimiento del problema de las centenas de muertos y millares de severamente lisiados (Eosinofilia miálgica) en los EEUU por el consumo del aminoácido Triptófano transgénico de la Showa Denko. Lo repugnante no era la reacción contrariada de científicos y académicos nacionales con títulos avanzados, pero la ignorancia sobre la denuncia y otras similares como: El cultivo clandestino de algodón en Egipto que originó un atentado terrorista en laboratorio de biología molecular en universidad de los EEUU; La perdida de millones de dólares con la inserción de gene del castaño de Brasil en frijol para mejorar la calidad de la proteína perdido por los problemas de alergia que hizo inútil el evento; O los más de 20 mil hectáreas de algodón transgénico que no produjo pluma en el Delta del Missisipi. Y aún cuestionábamos la creación de las nuevas malezas mutantes, que hoy ocupan más de medio millón de hectáreas y superan a las cien especies de mutantes.
Cuando activistas políticos inescrupulosos empezaron a usar la discusión y construcción de conciencia sobre los transgénicos como bandera partidaria e motivos políticos personales negamos apoyo y subsidios y relegamos nuestros trabajos a acompañar callado y a la distancia.
¿En el campo económico por qué la preocupación de incorporar el gene contra el HIV en la soja, commodity dominada por tres empresas poderosas y ni es una planta medicinal tradicional? ¿La participación brasileña será por no ser permitido este tipo de experimento en territorio yankee o británico? Si así es, lo que hacemos es propaganda y prestación de servicios, asumiendo riesgos sin haber ciencia o investigación, pues solo se puede hacer ciencia como sujeto y no como objeto, aún más mercantil.
No causó sorpresa en la TV nacional un grupo de estudiantes de doctorado de la misma Universidad de Londres trayendo a Brasil el mosquito transgénico macho estéril para combatir el vector de la dengue con laboratorio en la ciudad de Jacobina en el estado de Bahía. He leído el “The New Yorker Times” de 23 de Febrero, Room for Debate. Lectura fantástica, donde nace la investigación más avanzada no hay lugar o espacio para burlas totalitárias. Vean:
“Hay consecuencias no intencionales en el status quo” dice Emily Anthes (autor de “Frankenstein's Cat: Cuddling Up to Biotech's Brave New Beasts."): Toda la biotecnología viene con riesgos. Incluso cuando los científicos tienen cuidado, siempre existe la posibilidad de que la ingeniería de nuevas criaturas tengan consecuencias no deseadas.
Nosotros podríamos involuntariamente causar sufrimiento a los animales; cuando los científicos se propusieron producir a través de ingeniería genética un cerdo con menos grasa en la década de 1980, por ejemplo, que accidentalmente terminaron creando animales cargados con una serie de defectos y enfermedades graves, incluso úlceras, artritis y neumonía.
El abandono de esta tecnología va a traer insecticidas como la principal estrategia para controlar las poblaciones de mosquitos silvestres. Liberar animales modificados en el medio natural multiplica los problemas potenciales. Incluso las criaturas cuidadosamente examinadas podrían terminar alterando los ecosistemas de manera imprevista. Aunque los científicos deben hacer todo lo posible para hacer frente a estas preocupaciones - mediante la realización de análisis de laboratorio reflexivo, profundo y participar en discusiones abiertas, honesta con el público - la biotecnología no es una empresa libre de riesgo.
Pero en nuestros debates sobre la ingeniería genética, a menudo nos olvidamos de considerar los riesgos que acompañan y no desplieguen de la tecnología. Insectos de ingeniería genética de la Oxitec podrían ayudar a controlar las poblaciones silvestres de Aedes aegypti, el mosquito vector de una variedad de enfermedades graves, incluyendo la fiebre del dengue, la fiebre amarilla y chikungunya.
Los mosquitos están creciendo resistentes a los insecticidas utilizados normalmente para su control, y la fiebre del dengue va en aumento. En un estudio de 2012, los científicos calculan que el dengue está presente en 128 países, que son colectivamente el hogar de cerca de 4 mil millones de personas.
Abandonando la prometedora tecnología de Oxitec dejará estas personas en situación de riesgo. También dejará los insecticidas como la principal estrategia para controlar las poblaciones de mosquitos silvestres. Estos productos químicos no son herramientas de precisión; y pueden ser tóxicos para los insectos beneficiosos, así como otras criaturas salvajes y pueden a su vez lanzar ecosistemas en desorden.
Debemos, por supuesto, siempre pensar cuidadosamente acerca de las repercusiones éticas y ambientales de la ingeniería de nuevas criaturas y su envío al mundo. Pero con demasiada frecuencia, nos olvidamos de que la decisión de no hacer nada también tiene consecuencias.
“Mosquitos genéticamente modificados tiene pocos beneficios probados, pero muchos riesgos.” es el título de la Dr Helen Wallace director of GeneWatch U.K. que dice: Los beneficios de la liberación de miles de millones de mosquitos genéticamente modificados en el medio ambiente se ha exagerado y los riesgos se han minimizado.
Los resultados de sus principales experimentos hasta la fecha, realizados en Brasil, no se han publicado. Los resultados de los ensayos en las Islas Caimán muestran un éxito limitado. Los resultados modelados por computador muestran que tendrían que ser liberado por semana 2,8 millones de machos adultos de la ingeniería genética para reprimir una población silvestre de sólo 20.000 mosquitos. Impracticable en cualquier escala. No hay evidencia de reducción en el riesgo de la fiebre del dengue, que puede continuar incluso si se reduce el número de mosquitos. Su efectividad es cuestionable. Los costos son altos. Algunos dicen que su liberación podría hacer el dengue ser más difícil de tratar.
En Brasil, la liberación comercial planificada está estancada, mientras que la autoridad sanitaria considere limitada la evidencia de eficacia y los riesgos más amplios. Una preocupación es que la liberación de los mosquitos genéticamente modificados podrían incluso hacer la situación del dengue peor, tal vez mediante la reducción de la inmunidad hacia la forma más grave de la enfermedad (hemorrágica).
Malasia ha abandonado los ensayos con mosquitos (transgénicos) y espera lanzar una nueva vacuna contra el dengue a finales de este año.
En Florida, el dengue no es endémico y no ha habido casos recientes. Para tomar una decisión sanitaria, las personas locales necesitan estar informadas sobre los riesgos.
Investigadores panameños han advertido de que una especie de mosquito competidora, el tigre asiático, que también transmite el dengue y la chikungunya, podían entrar y ser más difíciles de erradicar. La transmisión de enfermedades por esta especie podría aumentar en el futuro.
Los investigadores en Alemania han puesto de manifiesto que algunas hembras de mosquitos, genéticamente modificados, que pican fueron encontradas, y que Oxitec no ha aportado pruebas suficientes de que las víctimas de estos mosquitos estará a salvo.
Oxitec utiliza la Tetraciclina como un interruptor químico para el mecanismo de muerte genética en sus mosquitos genéticamente modificados. Las tasas de supervivencia de la próxima generación de mosquitos genéticamente modificados aumentan de 3 por ciento hasta 18 por ciento cuando las mosquitos se alimentan en laboratorio con carne industrial común contaminada con el antibiótico Tetraciclina. Tetraciclina estará presente en las zonas de liberación por los alimentos para mascotas y en algunos criaderos de mosquitos, tales como tanques sépticos.
El uso de Tetraciclina para alimentar a los mosquitos genéticamente modificados en la fábrica de mosquitos de Oxitec corre el riesgo de propagación de bacterias resistentes a los antibióticos en el medio ambiente, lo que representa un riesgo para la salud humana. El uso no veterinario de Tetraciclina se está eliminando en los Estados Unidos y ya está prohibido en muchos países.
El proceso de regulación está seguido por la Administración de Alimentos y Drogas sigue siendo poco clara. Comunicados de prensa de la empresa no deben sustituir la necesidad de evidencia detallada y la consulta pública sobre la evaluación de riesgos.
Chelsea Smartt es un professor en la Florida Medical Entomology Laboratory at the University of Florida y su titulo es: “Una noble causa, pero cuestiones remanasen.” La liberación de los mosquitos modificados genéticamente para prevenir la enfermedad es una noble iniciativa, pero hay numerosas preguntas por la seguridad y la sostenibilidad de esta medida. La idea básica es encomiable. Sería reducir los vectores de enfermedades potenciales disminuyendo el número de mosquitos.
El problema con esta idea no es que hay un gran riesgo que los seres humanos reciban ADN-transgénico, aunque algunos riesgos imprevistos pueden estar presentes, pero si la medida para el control de mosquitos en realidad trabaja en la naturaleza de una manera sostenible. Muchas estrategias de enfermedades y control de mosquitos que han tenido gran éxito en el pasado no dejan cambios duraderos, ya que se retiraron debido a cortes presupuestarios o cambios en la política pública.
Se necesitan machos transgénicos para ser lanzado continuamente hasta que se erradique las especies, lo que podría ser costoso.
También sería necesario que los machos transgénicos vivan más tiempo o de lo contrario los mosquitos salvajes locales compiten con los machos estériles. En promedio, los mosquitos machos viven vidas más cortas que en las hembras, entre 10 a 20 días. Si los machos transgénicos se han seleccionado a vivir más tiempo, sino que también puede ser necesario para que sean resistentes a los pesticidas de uso común para asegurar que son el apareamiento con éxito.
La eliminación de una especie de mosquito de una región también podría permitir nuevas especies de mosquitos que se mueven en la zona, y que podría transmitir diferentes virus o los mismos virus a un ritmo mayor.
En áreas donde los virus transmitidos por mosquitos son endémicos, el uso de machos genéticamente modificados para controlar la población de mosquitos, junto con la eliminación de criaderos, podría frenar la propagación de la enfermedad y mejorar la calidad de vida. Sin embargo, en las regiones donde los mosquitos tienen impacto esporádico o menor en la salud humana, la eliminación de sus lugares de cría permanece viable y menos costosa.
Elizabeth Bravo, coordinadora de la Network for a GE Free Latina America, es un professor de Ecología Política en la Universidad Politécnica Salesiana en Ecuador y su título recomienda: “En el combate a la Dengue, debe crear condiciones, no priorizar la tecnología genética.” El dengue se está extendiendo rápidamente por todo el mundo, estableciéndose en áreas donde las condiciones sociales y ambientales son pobres. Para erradicar o controlar la enfermedad, tenemos que comprender las condiciones sociales y ambientales en las que se genera.
En los tugurios y barrios de chabolas de hacinamiento, la falta de agua corriente obliga a las comunidades a reserva de agua en recipientes abiertos. Como migrantes rurales se agolpan en los barrios empobrecidos, la vivienda es precaria, los sistemas de salud públicos se desmoronan y eliminación de residuos sólidos es insuficiente.
Los inmensos recursos necesarios para utilizar los mosquitos podría ser mejor gastado en mejorar las condiciones que aumentan el alcance del dengue.
Todos estos elementos aumentan la transmisibilidad de la enfermedad, mientras que las campañas de erradicación están desconectadas de las situaciones sociales y culturales de estas comunidades.
Los inmensos recursos necesarios para implementar la liberación de mosquitos genéticamente modificados, incluyendo la importación de millones de mosquitos de la compañía de inglesa que posee la tecnología, podrían utilizarse para mejorar estas condiciones socio-ambientales horribles.
El uso de mosquitos genéticamente modificados sólo es factible si no se pueden utilizar otros programas de erradicación. El verano pasado visité la ciudad de Nuevo Chorrillo en Panamá y vi los carteles en el centro médico pidiendo a la gente para eliminar los criaderos del mosquito. Algunos residentes dijeron que la fumigación tenía ayudado a suprimir el dengue.
Pero en abril, los funcionarios habían lanzado mosquitos modificados genéticamente para probar su eficacia, a pesar de que era una época del año, y en una localidad, donde la enfermedad era casi inexistente. ¿Cómo van a ser optimistas acerca de la efectividad?
Shannon LaDeau es un científico asociado del Cary Institute of Ecosystem Studies, donde ella conduce experimentos sobre la ecología de enfermedades infecciosas y mosquitos en ambientes urbanos y su título es: “La reducción de mosquitos es vital para la Salud Humana.” La fiebre del dengue y chikungunya son transmitidos a los humanos por dos especies de mosquitos, Aedes aegypti y Aedes albopictus. No hay vacunas para estas enfermedades virales y, aunque no a menudo mortal, pueden desactivar las víctimas con síntomas dolorosos durante semanas o meses. Las infecciones son comunes en los trópicos, y cada vez más se encuentran en el sur de Estados Unidos.
Reducir el número de mosquitos Aedes es vital para proteger la salud humana. Pero debido a que Aedes se crían en pequeñas pozas de agua (incluso una taza es adecuado) y los adultos son activos durante el día, los pesticidas tradicionales son de uso limitado. La liberación de los mosquitos Aedes modificados genéticamente, cuyos hijos mueren antes de llegar a fase adulta, ofrece una esperanza real para reducir el número de mosquitos sin insecticidas.
Liberaciones experimentales en pequeña escala de los mosquitos transgénicos en Gran Caimán y Malasia mostraron poco impacto en los ecosistemas locales. La mayoría de los 6.000 machos liberados en Malasia sobrevivieron menos de 3 días y voló a menos de 200 metros de donde fueron liberados. Control de la población exitosa requerirá la liberación de grandes cantidades de mosquitos transgénicos repetido, y menos se sabe acerca de los efectos ecológicos a esta escala.
El flujo en las condiciones ambientales - que tienen influencias importantes en la composición de especies, la supervivencia, y el tamaño de los adultos, en última instancia, determinando la eficacia de un mosquito está en la transmisión de la enfermedad - hace que sea difícil predecir cómo un lanzamiento a gran escala de los mosquitos transgénicos impactará la abundancia y la transmisión potencial de Aedes u otras especies de mosquitos.
Lo que sí sabemos es que casi la mitad de la población mundial ya está en riesgo de contraer enfermedades transmitidas por mosquitos. Ensayos de liberación de campo de mosquitos transgénicos evaluarán el potencial de esta técnica para hacer frente a esta amenaza para la salud mundial. Los riesgos potenciales es probable que sean menos dañinos que los efectos conocidos del uso de plaguicidas en los anfibios y aves. Y cuando los mosquitos causan graves sufrimientos humanos, los riesgos de los plaguicidas se han considerado consistentemente aceptable.
Las opiniones de los científicos estampada en The N.Y Times (23/02/15, puede ser leída en inglés) traen luz al tema. Por qué en Latinoamérica cuando hay contrapunto en las entrevistas, siempre son mínimos y manipulados en el interés del poder sin espacio para controversia o educación.
Han pasados los treinta y seis días de Cuaresma, mañana es jueves de Tinieblas y la epidemia de dengue/Chikungunya en Brasil tiene ya centenas de muertos y millones de infectados. Hace 30 años los burócratas traficaban larvas de Aedes para acceder a recursos públicos… Hoy lo grave es el grado de infección por los virus (3).
Podría parecer no muy serio o importante, pero más de 60% de los brasileños tienen ascendencia africana, lo que amenaza a los sobrevivientes infectados con el riesgo de muerte por la forma hemorrágica en otra infección.
Eso hace intensificar la repugnancia al saber que gran mayoría de científicos, profesores universitarios y gobernantes leen cotidianamente el The N.Y. Times, pero cumplen la priorización comercial (imperial) de la tecnología contra la sociedad y ciudadanía: - Tenebrae, tenebrorum, con salmos, antífonas y responsorios seguimos todos, igualito a los pasajeros en el avión con piloto suicida, a espera del milagro. Pascua es renacer. Feliz Pascua a todos.
*Engenheiro Agrônomo e Florestal, Ambientalista e Escritor
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