Via Sebastião Pinheiro**
La IUCN, una amplia red global de instituciones relacionadas
con la conservación de la naturaleza, publicó en mayo de este año un informe
sobre biología sintética, en el cual se defienden los impulsores genéticos (
gene drives), una forma de ingeniería genética para causar la extinción
intencional de especies enteras. Según el reporte 2019 del panel Ipbes, de
Naciones Unidas, un millón de especies están en peligro de extinción, lo que
convierte este informe de IUCN en una cínica paradoja. La explicación es que
los promotores de la tecnología de extinción asaltaron el grupo que elaboró el
informe.
Los impulsores genéticos son una tecnología para hacer
organismos transgénicos, que buscan garantizar que los genes manipulados pasen
a 100 por ciento de la descendencia, heredando así los genes alterados a toda
una población o incluso a toda una especie. Por ejemplo, se quiere usar para
que sólo nazcan machos de una especie para provocar su extinción.
(https://tinyurl.com/y2lgbu27) Además de que Bayer-Monsanto, DuPont y otras
empresas planean su uso en agricultura (para extinguir hierbas o insectos que
según las empresas son dañinos al cultivo), sería la primera vez que se liberen
intencionalmente organismos transgénicos a la naturaleza, agresivamente
dominantes, para manipular genéticamente especies silvestres. Es también
considerada un arma biológica y el principal financiador de esta tecnología es
el ejército de Estados Unidos. (https://tinyurl.com/y59fkl7c)
El Congreso de la Unión Internacional para la Conservación
de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés) adoptó en 2016 la resolución
086, que exhorta a la dirección del organismo a realizar un informe sobre los
impactos en la conservación y la naturaleza de la biología sintética y, en
especial, de la controvertida técnica de los impulsores genéticos,
absteniéndose de defender o apoyar esta tecnología o de refrendar su
investigación o experimentos en campo.
El mismo año, 30 personalidades globales en ecología y
conservación y varias organizaciones científicas alertaron de las graves
consecuencias que podrían tener los impulsores genéticos, llamando a detener su
uso. 170 organizaciones internacionales demandaron al Convenio de Diversidad
Biológica establecer una moratoria sobre cualquier liberación a campo. En 2018,
250 organizaciones y tres relatores especiales de Naciones Unidas exhortaron
nuevamente a FAO y CDB a detener la experimentación y liberación de esta
tecnología en la naturaleza o en agricultura por sus altos riesgos.
No obstante, este informe de la IUCN, llamado Fronteras
genéticas para la conservación, plantea el uso de la biología sintética a campo
abierto; por ejemplo, crear árboles transgénicos para forestación o revivir
mamuts, además de promover el uso de impulsores genéticos para eliminar
especies, como ratones, mosquitos y otras.
El informe, lejos de ser científico y objetivo, es producto
de un grupo gravemente sesgado. Incluso, de miembros con interés comercial en
la tecnología.
Según un análisis detallado del Grupo ETC, de 40 miembros
del grupo de elaboración 22 tienen posiciones declaradas a favor de la
tecnología y/o graves conflictos de interés. La IUCN no incluyó investigadores
u organizaciones de la sociedad civil con posiciones críticas a la tecnología,
algo que le requiere su decisión 086. (https://tinyurl.com/yxvbq8ev)
Tres instituciones que trabajan para avanzar y liberar
impulsores genéticos, Target Malaria, Revive and Restore y el proyecto Gbird
(sigla en inglés del projecto Biocontrol Genético de Roedores Invasores),
financiadas por Bill Gates y/o el ejército de Estados Unidos, lograron meter 15
miembros asociados o empleados por ellas en el grupo de elaboración del informe
de IUCN. En el grupo de redacción, el sesgo es peor: de 14 autores, 11
participan en las tres instituciones mencionadas y/o en investigación y
promoción de la biología sintética e impulsores genéticos.
Uno de los miembros más parciales es el propio presidente
del informe, Kent Redford, conocido defensor de las tecnologías que debían ser
evaluadas. Desde 2012 ha citado a varios eventos para promover el uso de
biología sintética en conservación. Tiene una empresa de consultoría privada
que ha trabajado para la trasnacional de transgénicos DuPont y para Revive and
Restore. Es miembro del comité de ética de Target Malaria.
En lugar de abrir un llamado transparente para integrar
diversas voces y perspectivas en la elaboración del informe, tal como mandata
la decisión 086, la IUCN designó a Kent Redford como presidente, quien integró
a otros miembros con sus mismos intereses. De los 40 miembros, sólo siete son
del Sur global y apenas uno es indígena, pese a que la IUCN tiene seis
resoluciones que refieren que los pueblos indígenas deben participar en los procesos
de elaboración y toma de decisiones. Además, que este tema afecta directamente
sus hábitats y territorios.
Este sesgado informe debe quedar como lo que es: un folleto
de propaganda de la biología sintética y los impulsores genéticos. La IUCN debe
rechazarlo como base para la discusión y retomar la decisión 086, designando un
grupo que elabore un informe que integre las perspectivas críticas y basadas en
el principio de precaución, así como el respeto a la naturaleza y los pueblos
indígenas.
La Jornada, CDMX, México
* Silvia Ribeiro
Investigadora del Grupo ET
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Engenheiro agrônomo, escritor e ambientalista
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